Esta pieza pertenece al pueblo mambila, este pueblo vive en un terreno de colinas, al norte de las praderas de Camerún y al sureste de Nigeria, en poblados autónomos con una sociedad igualitaria gobernada por un consejo de ancianos.
Las tallas de los antepasados, están concebidas como receptáculos para albergar a los espíritus ancestrales, controlan el bienestar de los vivos, que está sujeto a la buena voluntad de sus mayores ya desaparecidos. Así, la salud, la fertilidad, una buena cosecha, la suerte en la caza y la pesca y el éxito en el comercio dependen de ellos.